Trelew-Chubut, es una de las ciudades que puede ser analizada por las características de los intendentes que supuestamente tuvieron las riendas políticas. Después de la caótica retirada de la Unión Cívica Radical, luego de gobernar por más de una década la provincia, le tocó el turno al Justicialismo. En el 2003 llegó a la intendencia de la ciudad valletana Horacio Gómez y Mario Das Neves como gobernador de la provincia. En el 2004 Gómez renunció a su cargo y asumió de forma interina Aldo Marconetto. Se realizó una nueva instancia electoral en el 2004 y Gustavo MacKarthy obtuvo los votos suficientes para ocupar el sillón del "Palacio Municipal".
Fue un periodo que estuvo marcado por el alto precio del barril de petróleo en el mercado internacional, -que llego a trepar los 160 dólares-. El recuerdo del periodo 2003-08, era verbalizado por funcionarios políticos, como tiempos de bonanza económica por funcionarios. En esos tiempos hablar de gestión era una formalidad, "había tanta plata, que te enviaban cosas todo el tiempo, tal vez en algunos casos necesitaban justificar gastos, o hacer la maniobra de inflar precios a través obras públicas, y de esta forma mover el dinero del estado burocráticamente y por canales supuestamente *transparentes*", recordó un vecinalista de Trelew.
La calidad de las obras y muchas de las construcciones realizadas en la ciudad, fueron pensadas con un sentido literalmente económico, en el que se beneficiaban intendentes y sus séquitos de empresarios amigos y allegados. Los diferentes miembros que pasaron por el Concejos Deliberantes del pueblo de Luis también contribuyeron al vaciamiento de las arcas públicas por su obediencia a proyectos políticos. El esquema de corrupción termina operando como un núcleo de múltiples unidades autónomas y particulares dentro de la estructura del estado.
Toda su Ingeniería de campaña se puso en marcha en el 2015 con falsas encuestas y testimonios como el de Javier Turiñan, quien llego afirmar que "había visto por ahí una encuesta" que daba como ganador a Buzzi. Las opciones de los "raquíticos" intelectuales del FpV en la provincia no fueron muchas, comenzaron a caminar, a prometer. Apelar a la figura de Daniel Scioli, excandidato a presidente por el Frente para la Victoria, parecía ser la idea fuerza de los encargados de diagramar la campaña electoral buzzista, estiman que se buscó traccionar votos usando la figura de Scioli, pero la reunión de Das Neves con el bonaerense y luego con el exminstro del Interior Florencio Randazzo, lo ubicó a Buzzi en un lugar muy incómodo. Y la polarización para captar electores a través de figuras de orden nacional, fue una maniobra que no dio frutos para el FpV provincial.
Luego de las PASO, "la vieja y la nueva política" se enfrentaron en las urnas el 25 de octubre. Lo “viejo y lo nuevo" pareció ser la gran maniobra discursiva esbozada por los gurú de campaña del FpV. Buzzi, pese a su derrota en la contienda electoral se autodenominó "animal político" en un medio metropolitano. Al "animal político “poco le sirvió intentar sedimentar desde lo discursivo una línea imaginaria entre una supuesta “vieja y nueva política". Buscó alejarse o marcar una supuesta diferencia con Mario Das Neves desde lo discursivo pero lo cierto era que sus actos de gobierno lo acercaron cada vez más a su contrincante.
Las Burbujas
Los punteros y operadores políticos son los grandes creadores de montajes para los candidatos, se podría decir que son quienes alimentan las burbujas especulativas de un posible triunfo. Los aspirantes al rotulo de representante de una provincia o una ciudad compran ciegamente en algunos casos lo que muestra el entorno e incluso algunos operadores de segunda y tercera línea llegan a convencerse de que la balanza está en su favor.
Los cierto fue que las aspiraciones en el orden local de Mac Karthy fueron una gran burbuja que se pinchó cuando se conocieron los resultados de las elecciones, La contundencia de su derrota lo dejó supeditado a intentar construir constantemente alianzas para permanecer en la estructura del Estado. Su fragilidad y limitación para moverse en la arena político lo han llevado a ocupar espacios de segundo grado.
El ex intendente del Modelo Chubut, ex vicegobernador y expresidente de la Cámara de Diputados por el Frente para la Victoria, intentó volver a la intendencia del Pueblo de Luis en el 2015, con un slogan muy curioso y divertido, es que como toda campaña publicitaria trató de reforzar y apuntalar la falencia de un funcionario, y en el caso de MacKarthy lo que se intentó parchar fue la gestión. “Vuelve la gestión” rezaba la inscripción en los carteles de campaña del Frente Peronista, donde el funcionario con un rostro sonriente y el color naranja de fondo brindaba elementos para construir una asociación vinculada a frutas y verduras, fue una imagen muy representativa y light.
Su célebre explicación tratando de justificar los errores en la carga de datos a las planillas electorales en las traumáticas elecciones del 2011, donde levantó la bandera del Modelo Chubut y sostuvo, “fueron errores humanos”, trascendió las fronteras de la información y se instaló en las agendas de medios metropolitanos.

La contienda electoral del 2011 fue la elección más engorrosa y confusa de la historia de la provincia, y se definió con una nueva instancia eleccionaria en algunos establecimientos escolares donde se registraron irregularidades, pero después de todo Martín Buzzi gobernador y Gustavo MacKarthy vice se impusieron como representante del Modelo Chubut Peronismo Federal, ante el nefasto candidato del Frente para la Victoria, el “ganso” Eliceche.
Pero ahí no termina la historia, luego de subir al podio de los triunfadores, los dos dasnevistas hasta ese entonces, decidieron cambiar de colores políticos y se pusieron la casaca del FpV en Fontana 50. El encargado de justificar el cambio de colores fue “el pibe de los mandados”, kukillo. Y con su mejor cara de naipe amplificó un argumento, “habían leído el mensaje de las urnas”, explicó, y al parecer esta interpretación los llevó a cubrirse con el manto kirchnerista.
El slogan de campaña del pibe de
los mandados cuando intentó volver a la intendencia de Trelew, generó múltiples
lecturas, es que “Gustavo vuelve, y vuelve la gestión”, motivó una pregunta. ¿Dónde
se había ido? Algunos vecinalistas de la ciudad de Luis, sostienen, “MacKarthy
nunca tuvo hambre, es una persona que siempre estuvo muy cómoda, se convirtió
en un parásito del estado por llevar el apellido de su padre, no por mérito
propio e incluso cuando fue intendente de Trelew, había tanta plata por el
precio del barril de petróleo a nivel internacional, que las cosas materiales
llegaban casi sin gestión”.

El pibe de los mandados, hoy se encuentra sospechado de actos de corrupción en la obra pública y otros condimentos que se dieron durante sus ex gestiones. Su situación es confusa e incierta, es que se encuentra parado en un tablero donde cada vez tiene menos peones para maniobrar e incidir en la escena provincial, al parecer el mackartismo lucha por sobrevivir en un juego donde se encuentra cada vez más debilitado.


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